lunes, 17 de mayo de 2010

Gracias a los especuladores.

La respuesta gubernamental a las últimas convulsiones de los mercados fue la de siempre, negar la realidad y escurrir el bulto acusando a otros de su incompetencia y pasividad.
Lo primero que se les ocurrió fue llamar delincuentes a los supuestos especuladores. Exactamente no se de qué delito les van a acusar, ya que esos “delincuentes” se han limitado a hacer precisamente aquello para lo que se crearon esos mercados. Gracias a que se puede comprar y vender acciones y otros valores todos los días existe gente interesada en invertir, perdón “especular”, con su dinero ante la legítima expectativa de obtener a cambio cierta rentabilidad, cuanta más mejor. El efecto benéfico de ello es que por el camino las empresas y estados que emiten esos títulos obtienen la liquidez necesaria para afrontar nuevas inversiones. Mercados que, para mas INRI y a pesar de lo que intentan vender algunos, están absolutamente regulados y supervisados por los gobiernos.
Los que en esos mercados invierten, perdón “juegan”, con su dinero o el de otros ante los que tienen que rendir cuentas, tienen todo el derecho del mundo de comprar y vender en base a sus propios criterios. Lo que ocurre es que si ello se hace con una empresa privada los políticos lo ven lícito, pero si se hace con los títulos de su estado, que esos mismos políticos han decidido emitir para pagar su descontrol en el gasto publico, entonces es ilícito.
Sin embargo si no hubiera sido porque esos “delincuentes” decidieron no confiar en valores de países como Grecia o España, al constatar que los respectivos gobiernos no hacían nada para recortar el gasto público negándose a reconocer la gravedad de la crisis, no se hubieran adoptado las medidas restrictivas que últimamente hemos conocido.
Es cierto que la Unión Europea y el mismísimo Obama han tenido que convencer a ZP para que hiciera algo ya, pero ello se debió a que, en el mundo globalizado en el que vivimos, una tormenta bursátil en España tambien les hubiera afectado.
Ciertamente las medidas anunciadas son impopulares y desagradables, algunas más que discutibles, pero necesarias. En cualquier caso hecho de menos algunas otras como la eliminación de ministerios y altos cargos, pero en su lugar ya verán como el año que viene nos vuelven a subir los impuestos.
(Artículo publicado en el suplemento Empresa del Periódico Mediterráneo del 16 de mayo de 2010)

lunes, 3 de mayo de 2010

El "Pacto de Zurbano" y el ingenio político.

Yo que me considero un liberal en lo político y en lo económico, en el sentido que creo que lo mejor que los políticos pueden hacer es estarse quistecitos y eliminar trabas a la libre competencia para que la economía funciones mejor. Sin embargo es en estos momentos de crisis cuando creo que su papel puede ser determinante para generar la necesaria confianza que le ponga fin. Para ello deberían ofrecer una imagen de unidad pues, como decía un amigo el otro día, mientras unos y otros discuten si son galgos o son podencos la encomia real, la de todos los ciudadanos, sufre.
Sin embargo nuestros políticos no han tenido a bien alcanzar un autentico pacto de Estado en aquellos puntos mas conflictivos que debieran ser apartados del debate político cuanto antes para así poder adoptar las medidas que la economía necesita por impopulares que fueran. Lo único que se ha hecho es publicar un Decreto con una amalgama de reformas legales a modo de remiendo de normas ya existentes. Ahora, eso si, se le ha llamado “Pacto de Zurbano”, como si con el nombre, cuyo paralelismo con los “Pactos de la Moncloa” no pasa desapercibido, a su fuera suficiente. Personalmente creo que subestiman el intelecto de los votantes pensando que no sabemos diferenciar continente de contenido.
En cualquier caso como es lo que tenemos no puedo menos que comentar brevemente algunas de las medidas adoptadas.
Así una de las que más se ha hablado y que, al poder servir de incentivo al sector azulejero provincial, más trascendencia podría tener es la deducción en el IRPF por obras de reforma. Pues bien, a pesar de lo enrevesado del texto del Decreto de marras, lo cierto es que la deducción será de solo el 10% de la inversión, con un límite de 400,00 euros por año, con un máximo de 4 años. Es decir que como máximo se podrá deducir 1.200,00 euros en cuatro años. Y solo los contribuyentes con rentas mas bajas.
No se si por 400,00 euros de deducción al año alguien tomara la decisión de reformarse el cuarto de baño, pero personalmente lo veo otra medida insuficiente. No se porque me recuerda a los 400,00 euros que el Presidente del Gobierno prometió en las pasadas elecciones cuando no veía la crisis. Probablemente tenga el mismo poco éxito como incentivador de la economía que tuvo el regalito en cuestión.