Transcribo el artículo que Mª Jesús Fabregat, abogado asociado responsable del área laboral de García-Petit Abogados, publicó en la revista Economía 3 del mes de marzo.
"Cuando observamos las últimas encuestas de población activa en la Comunidad Valenciana los resultados son aterradores: superamos el 20% de paro. Por mucho que este dato pueda ser moderado por el efecto de la economía sumergida, estos índices obligan cuando menos, a pararse a meditar sobre el asunto. Más si cabe cuando ante un escenario de crisis como el presente, otras economías destruyen menos empleo y empiezan a recuperarlo antes que la española.
Esta situación pone de manifiesto que nuestra normativa laboral, que cual escritura sagrada algunos se niegan a que sea reformada, no ha impedido que 1.118.600 trabajadores hayan perdido su puesto de trabajo en el año 2009 en nuestro país. A pesar de los impedimentos que se quieran poner al fin de la relación laboral, ante crisis tan profundas como las que vivimos, éste se produce igual. Pero en el caso español ello, además del problema social que genera, tiene una agravante: los procesos de reducción de empleo ponen en peligro la continuidad de la propia empresa.
La génesis de toda esta problemática está ligada a nuestra historia política. Así con anterioridad a la promulgación de la Constitución no se reconocía a los trabajadores derechos colectivos como los de sindicación, huelga y negociación colectiva. A cambio, y con la intención de mantener una cierta paz social, se establecía una rígida regulación protectora de los derechos individuales especialmente en materia de despido y movilidad laboral. Sin embargo, tras la promulgación de la Constitución este régimen se adaptó a la nueva Norma Suprema mediante el estatuto de los trabajadores, el cual si bien reconoció, como no podía ser de otro modo, los derechos colectivos de los trabajadores, no supuso una proporcional reducción de los derechos individuales, conservándose un sistema de despido poco flexible.
Ante ello, desde mi punto de vista, se pone en evidencia que nuestro mercado laboral está necesitado de una inminente y verdadera reforma. Y cuando se habla de reforma no hay que entender automáticamente, como por algunos se quiere hacer ver, que se esté hablando del despido libre. Dicha actitud es cuando menos poco solidaria. Quizás su irresponsable actuación se pueda explicar desde la perspectiva de vender un mensaje protector de aquellos que aún tienen un puesto de trabajo, en lugar de preocuparse de cómo consiguen un nuevo trabajo los que ya están en paro. Pero es precisamente de que estos últimos vuelvan a estar en activo de lo que depende, en gran parte, la recuperación económica. Ello pasa por una autentica reforma del mercado laboral que llegado este momento, deviene inaplazable.
Uno de los pilares de esta reforma por encima de la modificación de las condiciones del despido seria una mayor concreción legal de los supuestos en que un despido objetivo pueda ser considerado procedente.
Como práctica en el derecho laboral estoy acostumbrada a ver como los empresarios que acuden a juicio lo hacen con el convencimiento de que ello es un mero trámite por el que hay que pasar sin ninguna esperanza de que sus planteamientos sean escuchados. Así, a pesar de la crisis y la mala situación económica que atraviesan un elevado porcentaje de empresas de nuestra provincia, ciertamente resulta muy difícil que un Juzgado declare la procedencia de un despido objetivo amparado en causas económicas u organizativas. El reconocimiento que me hacia una magistrado de lo social, no hace mucho, de que los Juzgados son muy estrictos para estimar procedentes este tipo de despidos, no hace sino corroborar el desánimo de los empresarios que se ven obligados a prescindir de trabajadores por la situación que atraviesan, y a pesar de ello, ven como sus argumentos para sustentar el despido se consideran insuficientes por los Tribunales. Es innegable que hay que ser severos con el despido, pues como todo contrato su fin no puede quedar al criterio de una sola de las partes, pero cuando se trate de despidos injustificados o que responden a la arbitrariedad del empresario, no así cuando se trate de una consecuencia, nefasta, pero consecuencia, de una crisis que está afectando a nuestro país más de lo que muchos esperaban.
Mientras exista tal desigualdad entre las partes de un contrato laboral de forma que no se delimiten los supuestos en que puede ser rescindido por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que lo justifiquen, no desaparecerá el miedo a la contratación indefinida y seguiremos teniendo trabajadores de dos clases. Los empresarios necesitan gozar de una cierta seguridad jurídica para conocer cuáles son las reglas de juego y en qué casos el despido por causas objetivas se considera procedente, lo cual no significa que sea “gratis” ya que un despido objetivo declarado procedente goza de una indemnización de 20 días por año trabajado. La mera expresión de causas económicas, técnicas, organizativas o de producción recogida en el Estatuto de los Trabajadores es del todo insuficiente, y la práctica diaria en los juzgados así lo corrobora.
En este sentido también sería recomendable, desde mi punto de vista, la simplificación de los tipos contractuales mediante la creación de un contrato de trabajo único, que no cree trabajadores de primera y segunda, como hasta ahora ocurre con los temporales, si no que establezca una indemnización progresiva para los casos de despido. Contrato en el que se pudieran introducir, con la mayor flexibilidad que en la actualidad, criterios retributivos basados en la eficiencia, más incluso que en la mera productividad.
Igualmente otro de los fundamentos de la reforma laboral debía de ser la modificación de los mecanismos de negociación colectiva interna y ajuste temporal de plantilla. Los trámites para la aprobación de los actuales ERE resultan farragosos y costosos para las empresas, y por su duración, impiden adoptar las rápidas decisiones que tienen que afrontar las empresas en el entrono económico actual.
Resulta imprescindible abordar todas estas cuestiones de forma inmediata, ya que si bien debieron ser resueltas en el pasado aprovechando una mejor situación económica, no puede este argumento servir de excusa, y ahora no nos queda más opción que solucionar el problema. Ya no pensando en evitar la destrucción de empleo que, llegado este punto, y por desgracia, es inevitable, sino en poner los instrumentos para que la recuperación del empleo esté fundamentada en un mercado flexible y en un empleo de calidad, pues solo así se podrán afrontar los retos del futuro empresarial."
(Artículo publicado en la revista Economía 3, edición Castellón, del mes de marzo de 2010)
lunes, 26 de abril de 2010
viernes, 23 de abril de 2010
Lo que es ser rico.
Esta historia me la envía Esther Ballester, la autora del blog diario de una ejecutiva agresiva, por su interés, y con su permiso, lo transcribo.
"Un Español le envió a un amigo, que se fue a vivir a EE.UU. , un email con esta pregunta:
Dime querido amigo…¿Por qué somos tan pobres los españoles, comparados con los norteamericanos?
Ésta fue su respuesta desde EE.UU.:
“Hola amigo mío, cómo se nota que los árboles no te dejan ver el bosque...¿Cómo puedes llamarte pobre, cuando...?
- Eres capaz de pagar por un litro de gasolina más del triple de lo que pago yo.
- Te das el lujo de pagar tarifas de electricidad, de teléfono y móvil un 80% más caras de lo que me cuestan a mí.- Pagas comisiones por servicios bancarios y tarjetas de crédito, el triple de lo que aquí nos cuestan.
- Por un auto que a mí me cuesta 2.000 dólares, tú puedes pagar el equivalente a 20.000 dólares.
¿Por qué eres pobre, me preguntas? ¡Tú sí puedes darte el gusto de regalarle 18.000 dólares al gobierno y nosotros no!
¡NO TE ENTIENDO!Nosotros, los habitantes de Florida, somos pobres. Por eso el gobierno estatal, teniendo en cuenta nuestra precaria situación financiera, nos cobra sólo el 2% de IVA (mas otro 4% que es federal; total = 6%) Y no el 16% como pagáis vosotros los ricos que vivís en España y que a partir del próximo verano será del 18%.
Además, vosotros tenéis "impuestos de lujo" como son los impuestos por gasolina y gas, por alcohol, tabaco, etc. que alcanzan hasta el 320% del valor original. (En la gasolina que pagas, el 70% son impuestos y ahora en Cataluña los habéis incrementado con otro poco para subvencionar la Sanidad )
Y pagáis otros IMPUESTOS como: Impuesto sobre la renta (sobre el sueldo),Impuesto sobre los automóviles nuevos.Impuestos a los bienes personales.Impuesto a los bienes de las empresas (IAE)Impuesto por uso del automóvil (de circulación). Y dichosos que todavía os dais el lujo de pagar un 16% de IVA por estos impuestos. Además de todos los trámites y pagos nacionales y municipales (TASAS).
Porque si vosotros no fuerais ricos, ¿qué sentido tendría tener:Impuestos nacionales, Impuestos autonómicos y también Impuestos municipales, de ese calibre?¿POBRES? ¿De dónde?Un país que es capaz de cobrar el IMPUESTO A LAS GANANCIAS Y A LOS BIENES PERSONALES por adelantado (mediante retenciones) como España, necesariamente tiene que nadar en la abundancia, porque considera que los negocios de la Nación y de todos sus habitantes siempre tendrán ganancias a pesar de: Saqueos, asaltos, “mordidas”, sequías, inviernos con desastres, inundaciones, corrupción, saqueo fiscal... Y por supuesto que con todo esto, todos los que trabajan en ese país, deben ganar MUCHISIMO.
Los pobres somos nosotros, los que vivimos en USA y que NO pagamos Impuesto sobre la Renta si ganamos menos de 3.000 dólares al mes por persona (más o menos 2.000 €). Piensa que un obrero sin cualificar suele ganar unos 2000 dólares al mes.Vosotros tenéis además: IMPUESTO A LOS BIENES INMUEBLES (I.B.I.) Impuestos de recogida de basuras. Impuestos sobre el consumo de agua, gas y electricidad.Y ahora pagáis impuestos a la SGAE por cualquier equipo reproductor que compréis incluidos los CD’s vírgenes, USB, etc. Y allí pagáis seguridad privada en bancos, urbanizaciones, etc. Mientras que nosotros nos conformamos con la pública.Allí hasta envíais a los hijos a colegios privados, y mira si seremos pobres aquí en EE.UU., que las escuelas públicas nos prestan los libros de estudio, si no tenemos dinero para comprarlos.
A veces me asombra la riqueza de los españoles que piden un préstamo cualquiera, y son capaces de pagar el 8% mensual de intereses, como mínimo.No como aquí, que apenas llegamos al 8% anual (generalmente 7.8%), justamente porque NO estamos en condiciones de pagar más.Supongo que, como todos los ricos, tenéis un auto, y estáis pagando un seguro de entre 200 y 800 euros al año; si te sirve de información, yo pago sólo 245 dólares por año. Y como os sobra el dinero, sí podéis efectuar pagos anuales en concepto de eso que llamáis IMPUESTO DE CIRCULACION, (aparte de la ITV, zona verde, zona azul, aparcacoches forzosos, etc...) mientras que acá nosotros no podemos darnos esos lujos y pagamos 15 dólares anuales por el STICKER sin importar qué modelo de auto conduzcas; pero claro, eso que vosotros pagais, es para gente de recursos.¡¡¡ ESO ES SER RICO!!!
Ser rico es tener : - 86.000 concejales- 9.000 alcaldes- 17 presidentes de autonomías- 1.600 parlamentarios autonómicos- 350 diputados en Cortes (que no pagan IRPF)- 300 senadores- 200 parlamentarios en Estrasburgo- 600 Asesores presénciales- 20 ministros y todos sus adláteres; y paradójicamente a menor rango, mayor sueldo. Hay Alcaldes que ganan más que el Presidente del Gobierno; todo esto para un país tan pequeño como el tuyo.¡¡¡ ESO ES SER RICO!!!
Vamos, os quedáis todos en ESPAÑA porque sois RICOS. Somos los pobres como yo, los que nos vinimos a probar suerte a este país.Bueno, te mando un abrazo y luego me cuentas cómo os va con el nuevo presupuesto, lo que sí es seguro es que os aumentarán más los impuestos. Pero no os preocupéis, que la inflación negativa os va a compensar…..Pero bueno eso es lo de menos, cuando se tiene el dinero para pagarlo. Y ten por seguro que en el próximo discurso le van a dar un tremendo aplauso a vuestro simpático Presidente.Además eso es lo que hay que pagar por vivir en la 8ª Potencia Mundial, el mejor lugar del mundo y el tercero donde la gente se siente más feliz del planeta.
Un saludo:Tu pobre amigo, el emigrante que se fue a EE.UU. "
"Un Español le envió a un amigo, que se fue a vivir a EE.UU. , un email con esta pregunta:
Dime querido amigo…¿Por qué somos tan pobres los españoles, comparados con los norteamericanos?
Ésta fue su respuesta desde EE.UU.:
“Hola amigo mío, cómo se nota que los árboles no te dejan ver el bosque...¿Cómo puedes llamarte pobre, cuando...?
- Eres capaz de pagar por un litro de gasolina más del triple de lo que pago yo.
- Te das el lujo de pagar tarifas de electricidad, de teléfono y móvil un 80% más caras de lo que me cuestan a mí.- Pagas comisiones por servicios bancarios y tarjetas de crédito, el triple de lo que aquí nos cuestan.
- Por un auto que a mí me cuesta 2.000 dólares, tú puedes pagar el equivalente a 20.000 dólares.
¿Por qué eres pobre, me preguntas? ¡Tú sí puedes darte el gusto de regalarle 18.000 dólares al gobierno y nosotros no!
¡NO TE ENTIENDO!Nosotros, los habitantes de Florida, somos pobres. Por eso el gobierno estatal, teniendo en cuenta nuestra precaria situación financiera, nos cobra sólo el 2% de IVA (mas otro 4% que es federal; total = 6%) Y no el 16% como pagáis vosotros los ricos que vivís en España y que a partir del próximo verano será del 18%.
Además, vosotros tenéis "impuestos de lujo" como son los impuestos por gasolina y gas, por alcohol, tabaco, etc. que alcanzan hasta el 320% del valor original. (En la gasolina que pagas, el 70% son impuestos y ahora en Cataluña los habéis incrementado con otro poco para subvencionar la Sanidad )
Y pagáis otros IMPUESTOS como: Impuesto sobre la renta (sobre el sueldo),Impuesto sobre los automóviles nuevos.Impuestos a los bienes personales.Impuesto a los bienes de las empresas (IAE)Impuesto por uso del automóvil (de circulación). Y dichosos que todavía os dais el lujo de pagar un 16% de IVA por estos impuestos. Además de todos los trámites y pagos nacionales y municipales (TASAS).
Porque si vosotros no fuerais ricos, ¿qué sentido tendría tener:Impuestos nacionales, Impuestos autonómicos y también Impuestos municipales, de ese calibre?¿POBRES? ¿De dónde?Un país que es capaz de cobrar el IMPUESTO A LAS GANANCIAS Y A LOS BIENES PERSONALES por adelantado (mediante retenciones) como España, necesariamente tiene que nadar en la abundancia, porque considera que los negocios de la Nación y de todos sus habitantes siempre tendrán ganancias a pesar de: Saqueos, asaltos, “mordidas”, sequías, inviernos con desastres, inundaciones, corrupción, saqueo fiscal... Y por supuesto que con todo esto, todos los que trabajan en ese país, deben ganar MUCHISIMO.
Los pobres somos nosotros, los que vivimos en USA y que NO pagamos Impuesto sobre la Renta si ganamos menos de 3.000 dólares al mes por persona (más o menos 2.000 €). Piensa que un obrero sin cualificar suele ganar unos 2000 dólares al mes.Vosotros tenéis además: IMPUESTO A LOS BIENES INMUEBLES (I.B.I.) Impuestos de recogida de basuras. Impuestos sobre el consumo de agua, gas y electricidad.Y ahora pagáis impuestos a la SGAE por cualquier equipo reproductor que compréis incluidos los CD’s vírgenes, USB, etc. Y allí pagáis seguridad privada en bancos, urbanizaciones, etc. Mientras que nosotros nos conformamos con la pública.Allí hasta envíais a los hijos a colegios privados, y mira si seremos pobres aquí en EE.UU., que las escuelas públicas nos prestan los libros de estudio, si no tenemos dinero para comprarlos.
A veces me asombra la riqueza de los españoles que piden un préstamo cualquiera, y son capaces de pagar el 8% mensual de intereses, como mínimo.No como aquí, que apenas llegamos al 8% anual (generalmente 7.8%), justamente porque NO estamos en condiciones de pagar más.Supongo que, como todos los ricos, tenéis un auto, y estáis pagando un seguro de entre 200 y 800 euros al año; si te sirve de información, yo pago sólo 245 dólares por año. Y como os sobra el dinero, sí podéis efectuar pagos anuales en concepto de eso que llamáis IMPUESTO DE CIRCULACION, (aparte de la ITV, zona verde, zona azul, aparcacoches forzosos, etc...) mientras que acá nosotros no podemos darnos esos lujos y pagamos 15 dólares anuales por el STICKER sin importar qué modelo de auto conduzcas; pero claro, eso que vosotros pagais, es para gente de recursos.¡¡¡ ESO ES SER RICO!!!
Ser rico es tener : - 86.000 concejales- 9.000 alcaldes- 17 presidentes de autonomías- 1.600 parlamentarios autonómicos- 350 diputados en Cortes (que no pagan IRPF)- 300 senadores- 200 parlamentarios en Estrasburgo- 600 Asesores presénciales- 20 ministros y todos sus adláteres; y paradójicamente a menor rango, mayor sueldo. Hay Alcaldes que ganan más que el Presidente del Gobierno; todo esto para un país tan pequeño como el tuyo.¡¡¡ ESO ES SER RICO!!!
Vamos, os quedáis todos en ESPAÑA porque sois RICOS. Somos los pobres como yo, los que nos vinimos a probar suerte a este país.Bueno, te mando un abrazo y luego me cuentas cómo os va con el nuevo presupuesto, lo que sí es seguro es que os aumentarán más los impuestos. Pero no os preocupéis, que la inflación negativa os va a compensar…..Pero bueno eso es lo de menos, cuando se tiene el dinero para pagarlo. Y ten por seguro que en el próximo discurso le van a dar un tremendo aplauso a vuestro simpático Presidente.Además eso es lo que hay que pagar por vivir en la 8ª Potencia Mundial, el mejor lugar del mundo y el tercero donde la gente se siente más feliz del planeta.
Un saludo:Tu pobre amigo, el emigrante que se fue a EE.UU. "
miércoles, 21 de abril de 2010
Operaciones Vinculadas.Puro afán recaudatorio.
Aunque con algunos dias de retraso publico el artículo de Mediterráneo del pasado domingo.
"Nuevamente la presión fiscal a la que se somete a las empresas de este país se ha incrementado. Ello es consecuencia de la entrada en vigor de la normativa en materia de operaciones vinculadas que se ha dictado para adaptar a nuestro derecho la normativa Comunitaria en la materia.
Con este concepto se hace referencia a aquellas operaciones que realizan las sociedades con toda persona con la que mantienen algún tipo de relación, como socios, administradores o trabajadores, que pudiera hacer pensar que los precios fijados son inferiores a los que se establecerían para el mismo negocio si se realizara con otras personas. Si la consecuencia de ello fuera una menor tributación en comparación con en el caso que los precios fueran de mercado habría que abonar esa diferencia, pues en otro caso se estaría defraudando al fisco. Esto no es nuevo, la novedad es que ahora se exige que las empresas tengan a disposición de Hacienda un extenso dossier con la documentación que justifique que esos precios son de mercado. Obligación cuyo cumplimiento puede ser especialmente complejo en las pymes, carentes habitualmente de una estructura administrativa que permita documentar todas las operaciones de este tipo, por pequeñas que sean, que realizan.
La consecuencia del incumplimiento de esta obligación, aunque no se haya defraudado nada, es la imposición de una sanción de 1.500,00€ por dato o 15.000,00€ por cada conjunto de datos no justificados. Esto multiplicado por varias operaciones en las que se debieran justificar varios datos puede dar como resultado la imposición de una elevada sanción.
España en esto nuevamente es distinta. Otros países como Alemania, Reino Unido o Italia, donde tambien se han incorporado las normas de la UE en esta materia, no han previsto sanciones de este tipo. Por el contrario Francia, que si las ha previsto, ha fijado unos valores a los que las empresas pueden acogerse para no ser sancionadas. Si embargo aquí no se ofrece criterio alguno que facilite el cumplimiento de estas obligaciones formales, dejando a los contribuyentes en una situación de indefensión.
El resultado es una nueva obligación para las empresas, por si no tenían bastantes, creada con evidente ánimo recaudatorio, en un momento donde lo que haría falta es reducir carga fiscal."
(Artículo publicado en el suplemento Empresa del Periódico Mediterráneo del 18 de abril de 2010)
"Nuevamente la presión fiscal a la que se somete a las empresas de este país se ha incrementado. Ello es consecuencia de la entrada en vigor de la normativa en materia de operaciones vinculadas que se ha dictado para adaptar a nuestro derecho la normativa Comunitaria en la materia.
Con este concepto se hace referencia a aquellas operaciones que realizan las sociedades con toda persona con la que mantienen algún tipo de relación, como socios, administradores o trabajadores, que pudiera hacer pensar que los precios fijados son inferiores a los que se establecerían para el mismo negocio si se realizara con otras personas. Si la consecuencia de ello fuera una menor tributación en comparación con en el caso que los precios fueran de mercado habría que abonar esa diferencia, pues en otro caso se estaría defraudando al fisco. Esto no es nuevo, la novedad es que ahora se exige que las empresas tengan a disposición de Hacienda un extenso dossier con la documentación que justifique que esos precios son de mercado. Obligación cuyo cumplimiento puede ser especialmente complejo en las pymes, carentes habitualmente de una estructura administrativa que permita documentar todas las operaciones de este tipo, por pequeñas que sean, que realizan.
La consecuencia del incumplimiento de esta obligación, aunque no se haya defraudado nada, es la imposición de una sanción de 1.500,00€ por dato o 15.000,00€ por cada conjunto de datos no justificados. Esto multiplicado por varias operaciones en las que se debieran justificar varios datos puede dar como resultado la imposición de una elevada sanción.
España en esto nuevamente es distinta. Otros países como Alemania, Reino Unido o Italia, donde tambien se han incorporado las normas de la UE en esta materia, no han previsto sanciones de este tipo. Por el contrario Francia, que si las ha previsto, ha fijado unos valores a los que las empresas pueden acogerse para no ser sancionadas. Si embargo aquí no se ofrece criterio alguno que facilite el cumplimiento de estas obligaciones formales, dejando a los contribuyentes en una situación de indefensión.
El resultado es una nueva obligación para las empresas, por si no tenían bastantes, creada con evidente ánimo recaudatorio, en un momento donde lo que haría falta es reducir carga fiscal."
(Artículo publicado en el suplemento Empresa del Periódico Mediterráneo del 18 de abril de 2010)
martes, 6 de abril de 2010
Las concentraciones empresariales en Castellon
La crisis que atravesamos hace que ahora más que nunca sean necesarias iniciativas que permitan reflexionar en profundidad al respecto de las causas que nos han traído hasta aquí y sobre todo en qué podemos hacer, tanto a nivel individual como colectivo, para superar la situación que nos rodea.
Una de estas iniciativas es el Congreso Abierto y Virtual Castellón 2020 que organiza la Universidad Jaime I en colaboración, entre otros con este diario.
Recientemente participé en dicho Congreso junto con Alejandro Roca, director de control de gestión de Obinesa, en una charla en la que hablamos de los distintos tipos de concentraciones empresariales que puedan darse, de las causas que las pudieran justificar y de su aplicabilidad a las empresas de la provincia.
De lo que allí se dijo quisiera destacar, en primer lugar, que cuando se habla de concentraciones empresariales no se tienen necesariamente que reducir al concepto de fusión. La fusión en el mundo empresarial suele ser vista con recelo ante la supuesta perdida de poder en la toma de decisiones que puede suponer y de la que, quizá no sin falta de razón en algún caso, se desconfía. Sin embargo existen otras figuras que permiten establecer instrumentos y garantías que para diluir ese temor.Este elemento psicológico esta íntimamente unido al carácter eminentemente familiar del tejido empresarial castellonense, lo cual incrementa el miedo a la perdida de control, no solo sobre una empresa, si no sobre el patrimonio familiar que se quiere dejar a las generaciones futuras, lo que explica en buena medida el escaso número de este tipo de procesos que se han desarrollado en la provincia.
Por otro lado las concentraciones empresariales no pueden verse como el único salvavidas para superar las dificultades económicas que la crisis nos ha traído. Estos procesos tienen que tener una razón de ser, un correcto sentido de la oportunidad. Han de aunar organizaciones compatibles, tanto a nivel de su cultura interna, como de sus producciones y de los mercados en los que estén presentes. No tendría sentido concentrar organizaciones que en lugar de generar otra mejor dieran lugar a una superposición de estructuras, sin más objetivo que el incremento de capacidad productiva, lo que no creo que sea, precisamente ahora, una de las necesidades de nuestras empresas, antes al contrario.
En definitiva las concentraciones empresariales han de ser vistas con objetividad, ni con miedo ni como la piedra filosofal salvadora de empresas en situaciones difíciles. Las mismas deben afrontarse con sentido común, de tal forma que su resultado sea una organización más competitiva, que satisfaga a todas las partes afectadas por el proceso. Igualmente si estos presupuestos se cumplen puede ser una oportunidad para profesionalizar la gestión de las empresas de forma que estén más preparadas para afrontar los nuevos retos de la economía.
(Artículo publicado en el suplemento Empresa del Periódico Mediterráneo del 4 de abril de 2010)
Una de estas iniciativas es el Congreso Abierto y Virtual Castellón 2020 que organiza la Universidad Jaime I en colaboración, entre otros con este diario.
Recientemente participé en dicho Congreso junto con Alejandro Roca, director de control de gestión de Obinesa, en una charla en la que hablamos de los distintos tipos de concentraciones empresariales que puedan darse, de las causas que las pudieran justificar y de su aplicabilidad a las empresas de la provincia.
De lo que allí se dijo quisiera destacar, en primer lugar, que cuando se habla de concentraciones empresariales no se tienen necesariamente que reducir al concepto de fusión. La fusión en el mundo empresarial suele ser vista con recelo ante la supuesta perdida de poder en la toma de decisiones que puede suponer y de la que, quizá no sin falta de razón en algún caso, se desconfía. Sin embargo existen otras figuras que permiten establecer instrumentos y garantías que para diluir ese temor.Este elemento psicológico esta íntimamente unido al carácter eminentemente familiar del tejido empresarial castellonense, lo cual incrementa el miedo a la perdida de control, no solo sobre una empresa, si no sobre el patrimonio familiar que se quiere dejar a las generaciones futuras, lo que explica en buena medida el escaso número de este tipo de procesos que se han desarrollado en la provincia.
Por otro lado las concentraciones empresariales no pueden verse como el único salvavidas para superar las dificultades económicas que la crisis nos ha traído. Estos procesos tienen que tener una razón de ser, un correcto sentido de la oportunidad. Han de aunar organizaciones compatibles, tanto a nivel de su cultura interna, como de sus producciones y de los mercados en los que estén presentes. No tendría sentido concentrar organizaciones que en lugar de generar otra mejor dieran lugar a una superposición de estructuras, sin más objetivo que el incremento de capacidad productiva, lo que no creo que sea, precisamente ahora, una de las necesidades de nuestras empresas, antes al contrario.
En definitiva las concentraciones empresariales han de ser vistas con objetividad, ni con miedo ni como la piedra filosofal salvadora de empresas en situaciones difíciles. Las mismas deben afrontarse con sentido común, de tal forma que su resultado sea una organización más competitiva, que satisfaga a todas las partes afectadas por el proceso. Igualmente si estos presupuestos se cumplen puede ser una oportunidad para profesionalizar la gestión de las empresas de forma que estén más preparadas para afrontar los nuevos retos de la economía.
(Artículo publicado en el suplemento Empresa del Periódico Mediterráneo del 4 de abril de 2010)
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